Gestión de la configuración de los productos

La gestión de configuraciones se enfrenta a numerosos desafíos:
Falta de alineación: la necesidad de autorizar los cambios de forma manual y en papel da lugar a una ejecución ineficiente de las modificaciones e impide un diseño integral del producto.
Diseños de productos obsoletos: la falta de capacidad para realizar cambios coordinados puede impedir que las partes interesadas accedan a datos actualizados.
Falta de reutilización: el trabajo duplicado ralentiza los procesos y aumenta los plazos de comercialización.
Falta de gobernanza: no es posible realizar el seguimiento de los cambios en las configuraciones de los productos a lo largo de su ciclo de vida.

La gestión de variantes de los productos es un proceso fundamental que permite a los equipos gestionar variantes y configuraciones complejas a gran escala. La diversidad de productos conlleva desafíos para la eficiencia operativa. Esto complica los procesos, introduce el potencial de errores y añade costes relacionados con el desarrollo y la calidad. En lugar de reconfigurar un nuevo producto cada vez que se realiza un pedido, la gestión de variantes permite a ingeniería reutilizar configuraciones predefinidas (o variantes) y aplicar la gestión de cambios, flujos de trabajo de calidad y otros procesos a todas las variantes similares simultáneamente.

La llamada configuración basada en el conocimiento busca administrar los requisitos de personalización de manera más rápida y precisa para un cliente en particular. Esto se logra integrando los aprendizajes, la experiencia y el conocimiento de las fases de uso anteriores del producto en el proceso de configuración continuo, lo que mejora la precisión y la puntualidad en la generación de la lista de materiales. La configuración basada en el conocimiento también es un área de aplicación rica y bien probada para la inteligencia artificial, pues permite utilizar las técnicas de esta última para realizar búsquedas en un corpus de información a fin de hallar configuraciones válidas existentes que satisfagan un conjunto determinado de necesidades.

Cuando los productos de alta calidad se entregan más rápido y a menor coste, mejoran los resultados comerciales del propio cliente. Las prestaciones de CTO amplifican estas ventajas. Una gestión eficaz de la configuración del producto elimina la fricción a lo largo del ciclo de vida del producto y, en última instancia, fortalece la reputación de la empresa, sus resultados netos y su marca.